Hay personas de esas que no sabes por qué siempre te llegan
al alma, que son especiales, que no se merecen estar mal y que sin embargo lo
están y lo único en lo que puedes pensar es en lo injusta que es a veces la vida.
Hay personas a las que sabes que estás haciendo daño inconscientemente pero que
no puedes hacer nada porque tu cabeza y tu corazón van por caminos distintos. Y
es imposible sentir con el corazón lo que la cabeza fríamente te pide…
Hay momentos en los que me gustaría ser invisible, que nadie
se fijara en mí, que nadie supiera que existo para no hacer daño a nadie, y a
ti al que menos… Hay días en los que pienso que nadie se merece pasar por lo
que tú estás pasando y que debería existir una máquina que nos hiciera borrar
de nuestra vida todo lo que de alguna forma u otra nos hace mal…
Hay días en los que me siento realmente impotente y no sé
qué debo hacer, no sé si hablarte te hace bien o te hace mal, no sé si vas a
interpretar mis palabras como yo las digo o como tú las quieres escuchar, no sé
qué hacer contigo…
Lo que sí quiero que tengas claro es que me importas, no
como a ti te gustaría pero sí que me
importas. Me preocupo por ti, por cómo estarás, por qué se te estará pasando
ahora por la cabeza, por tus estados de ánimo. Me preocupa que no seas feliz
por mi culpa…
Ojalá que el tiempo lo cure todo y pronto consigas ser
increíblemente feliz porque te lo mereces.
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