Tengo claro que aunque
no me ves siempre sabes cuándo sonrío y cuándo estoy triste… Que si necesito un
abrazo me hablas y me haces sentir arropada… aunque tus brazos no lleguen nunca
hasta mí. Que nunca me has dado la espalda, que nunca me has decepcionado, que
nunca has cerrado los ojos cuando te he pedido que estuvieras ahí… Que nunca me
has dejado sola, que has hecho muchos caminos conmigo aunque sean imaginarios…
Que haces que algo negativo se vuelva positivo… Que siempre tengo tu hombro
para llorar aunque no pueda derramar ni una sola lágrima encima de ti… Que me
haces reír como nadie, que me sorprendes todos los días con un saludo diferente…
porque tú eres diferente! Que cuando más insegura y débil me he sentido tú has
estado ahí para hacerme fuerte… Que me llenas, me haces la vida más bonita con
tu buen humor y con tu a veces raro sentido del humor…
Que piensas como yo,
que ves la vida como yo… Que admiro cómo eres, cómo te comportas, cómo sabes
estar… Que no se puede ser más completo que tú en esta vida porque en verdad lo
tienes todo…
Que querría que
vivieras más cerca porque a los amigos como tú los quiero a mi lado para compartir
miles de momentos: Ir a tus partidos y demostrarte que de verdad soy tu fan
número uno, recibir la dedicatoria de tus goles en directo, enfadarme contigo,
contentarme, dedicarte la mejor de mis sonrisas y también a veces malas caras y
que me hicieras reír una vez más…
Que eres demasiado
importante, que quiero verte pronto, que sabes que aunque estemos lejos,
siempre estoy cerca de ti…
Y ya me queda lo último
y lo más importante de toda mi lista: ¡Que te quiero viejecillo!
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