jueves, 15 de marzo de 2012

Bla, bla, bla...


Hay por ahí gente hablando de mí a todas horas… Sólo saben mi nombre y poco más pero se creen que eso les da derecho a inventarse una vida que se supone que vivo y que no se acerca en absoluto a la realidad.

Todas y cada una de las palabras que salen de su boca son mentira pero el simple hecho de pronunciar mi nombre parece hacerles sentir importantes…

Juran en vano que es cierto lo que cuentan, todos saben quién me gusta, con quién quiero estar y con quién me voy a liar… ¡Todo el mundo menos yo!

Se acercan a mí con falsas sonrisas, con malas intenciones intentando conseguir que la mentira repetida una y otra vez se convierta en verdad, como si eso pudiera suceder… Y sólo unos pocos tienen la valentía de preguntarme si todo esto es cierto mientras el resto asiente y calla…

¡Me río de vosotros cuando juráis que algo sobre mí es cierto! ¡Ignoro vuestras miradas por encima del hombro porque no ofende quien quiere sino quien puede! ¡Me burlo de vuestros juicios sobre mí cuando no tenéis el valor de mirar un poquito dentro de vosotros y ver lo huecos que estáis…!

Hoy lo he vuelto a comprobar: Hay mucha, demasiada gente por ahí contando cosas sobre mi vida cuando lo único que conocen de mí es el nombre…




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